domingo, 31 de mayo de 2015
LA FE QUE CONQUISTA. !!!!!!!
La fe que conquista
No te focalices solo en el problema, aunque te abrume, pues el Señor de los Señores está actuando en lo secreto y lo que te traerá paz es la fe.
Números 13:25 al 14:11
Podemos ver en este relato, un momento muy particular del pueblo de Dios. Habían peregrinado 40 años por el desierto, luego de haber sido liberados por Dios de la esclavitud de Egipto. Habían llegado por fin a las fronteras de la tierra prometida. Era sin duda un momento de crisis. Y en ese momento se pudo notar la gran diferencia entre la fe muerta y la fe viva y real.
Todos tenemos que atravesar crisis, y es justamente allí donde nuestra actitud marca la diferencia. Aunque los problemas sean los mismos (como en este caso, todo el pueblo tenía que enfrentarse a los enemigos pero se encontraron con dos reacciones diferentes), podemos tener dos miradas diferentes frente al problema en sí:
• Mirada humana. Refleja lo que uno puede ver como persona, lo que puede razonar. Se basa y se limita por las debilidades y los recursos presentes en ese momento.
• Mirada de Dios. Es el mirar desde la perspectiva de Dios. Ya no se basa desde mi razonamiento sino que se analiza la situación desde el trono, con los ojos de Dios, sabiendo que Él tiene todos los recursos a su disposición.
Y aunque en momentos de presión nos sentimos tentados a razonar las cosas según nuestra perspectiva, el mirar con los ojos de Dios es verdaderamente, la fe. En Hebreos 11:1 encontramos la definición clásica de la fe. Esta aclara que es una convicción, una certeza de lo que todavía no se ve con los ojos naturales. Entonces, ¿cómo puedo estar convencido de aquello que no puedo ver? Simplemente porque es una realidad en lo espiritual y en ese momento es cuando tengo que activar los ojos del corazón (Efesios 1:15-19).
La fe viene por el oír
Nuestra fe no es una fe ciega, pues no vamos tanteando por la vida una realidad que no vemos, sino por el contrario, somos guiados por Dios a través de la revelación dada por su Espíritu.
Estas revelaciones nos muestran que es lo que el Señor está haciendo en lo secreto y que pronto se está por desatar en lo natural. Y aunque todavía no lo pueda ver y tocar, ¡ya es una realidad en lo espiritual!
En Romanos 10:17, habla de que la fe viene por el oír. Esto se refiere a cuando Dios habla al corazón, dando una palabra genuina. Esta revelación personal es la que ilumina tus ojos espirituales y puedes ver algo que antes no divisabas. ¡Nunca te olvides que Dios está contigo! ¡¡Y está actuando en lo secreto lo que pronto verás con tus propios ojos!!
Es por eso que es muy importante ver nuestra vida con los ojos de Dios.
Al creer, el avance trae la victoria
Y fue justamente lo que le ocurrió al pueblo de Dios en Cades-Barnea. Dios les había prometido entregarles por herencia toda la tierra de Canaán. La cual era muy fértil (…donde fluye leche y miel). Era apta para criar ganado y también una zona de flores coloridas. Luego de tantos años de esclavitud, el Señor les había preparado algo precioso para que disfrutaran. Pero para llegar a ella, tenían que enfrentarse a un gran desafío y era vencer a los ocupantes. Estas eran naciones fuertes, con murallas muy altas (como en el caso de Jericó). Estaban en las puertas de la promesa pero debían luchar por ella. Tenían que creerle a Dios y avanzar en obediencia y fe. El Señor les había dicho que pelearan, pero confiando en que Él ya había dispuesto la victoria. Dios era quien les iba a entregar la tierra.
Pero ellos debían creer en esa palabra y actuar en consecuencia. Así es nuestra vida cristiana, la cual no está exenta de desafíos. Vamos que tener que enfrentarnos a batallas pero lo importante es que Dios nos va a dar la victoria (Juan 16:33).
La mirada del guerrero conquistador
En ese momento, el pueblo acampó en Cades-Barnea, en el límite de la promesa y enviaron 12 espías (uno por cada tribu) a reconocer la tierra. Al volver, 10 de ellos trajeron un reporte negativo resaltando la fortaleza de los enemigos y las debilidades de los hebreos. Mientras que dos de ellos, Josué y Caleb, trajeron un informe diferente, donde afirmaban que la tierra era muy fértil y los enemigos difíciles pero que al estar de la mano del Altísimo, todo sería simple de conquistar.
Los diez espías miraban la situación con la mirada humana, mientras que Josué y Caleb habían visto la tierra con la mirada de Dios.
Cambiemos nuestra mirada a la de un conquistador, tal como lo hicieron Josué y Caleb! Dios está contigo y hará milagros!
La mirada de Dios, es decir, la fe es la que trae paz y seguridad. Cuando Él nos habla, tenemos paz. Aunque no veamos ningún cambio, sabemos que se está resolviendo y solo es cuestión de tiempo y obediencia. Pero en cambio, cuando no le creo, viene la depresión, el temor y las divisiones.
¿Cuáles son las consecuencias de no creerle a Dios?
Cuando no le creo al Señor, cuando no busco una palabra de parte suya, sobrevienen consecuencias a las cuales nos tendremos que enfrentar:
1. Sentimientos de impotencia (v13:31). Los diez espías que venían con la mirada negativa e incrédula, que vieron el desafío y se asustaron dijeron “no podremos”. Sea cual sea tu situación, aunque sientas que no puedes y verdaderamente esa sea la realidad humana, es allí donde Dios quiere hablarte al corazón y elevarte a una nueva dimensión de fe. Él se fortalece en tu debilidad y te muestra que es real en tu vida y en tu necesidad! (Filipenses 4:13 y Marcos 9:23).
Tienes en tus manos un recurso extraordinario que es la oración y al Señor que la escucha. Así lo quiso Dios. Él ha dispuesto que no hará nada sin la oración de su pueblo. Si no oras con fe, sino le pides, no actuará. El Señor ha decidido que lo que atemos en la tierra, será también atado en los cielos y lo que desatemos en la tierra, se desatará en los cielos (Mateo 18:18-19). Tienes, por tanto que dar el primer paso y hablar con Él.
Cree y todo te será posible. Los sentimientos de impotencia son el resultado de mirar la situación de acuerdo a las propias posibilidades. Cuando comienzas a orar en fe y reclamarle al Señor sus promesas, estás entrando en una nueva dimensión que es la de la fe.
¡El Señor es un Dios de milagros!
2. Sentimientos de inferioridad (v33). Los espías se sentían langostas frente a los ocupantes de la tierra. Pero la cuestión es que primero ellos se veían a si mismo como insectos fácilmente aplastables, produciendo que los enemigos también los vieran así. Si cuando atraviesas por alguna situación tiendes a sentirte culpable, poca cosa y a descalificarte es vital que recuerdes que eres un hijo de Dios y eres tan importante en el reino del Señor que aunque hubieras sido la única persona que existía en el mundo, Dios igualmente hubiera enviado a su Hijo para salvarte de la condenación. No te compares, porque todo lo que recibas será por pura gracia! Y si hay algo que revisar, ponlo en la presencia del Señor y pide perdón para que el Señor enderece lo torcido. Dios hará grandes cosas en tu vida porque te ama!
3. Sentimiento de tristeza y desánimo (v14:1). Todos podemos pasar un momento de desánimo y tristeza pero allí es donde viene la fe que viene para decirte que “Dios viene con tu respuesta”. Cree más que nunca que aunque no lo ves con tus ojos, el Señor está obrando en tu vida y que su gozo es tu fortaleza!
4. Sentimientos de muerte (14:1-2). Si vemos la actitud del pueblo, ellos preferían morir que enfrentarse a los gigantes. Y en ocasiones, cuando la prueba es prolongada, uno se abruma. Si no está firme, puede llegar a un estado tal de abatimiento que llega a ver la muerte como una salida. Así se sentían los hebreos, pero lo único que tenían que hacer era creer! ¡Lo que tenían por delante era precioso! Dios no te trajo hasta aquí para volver atrás, pues tiene algo precioso para tu vida! Tal vez estás mirando una montaña de ruinas de lo hermoso que fue tu vida, y no puedes sacar la mirada de esas ruinas pensando que ya no hay nada después de eso, pero recuerda que no será con tus fuerzas, sino que el cambio vendrá con su espíritu (Zacarias 4:6)!! .
Quizás estés de luto porque has perdido cosas y crees que no podrás ser feliz nuevamente, pero el Señor quiere abrir hoy tus ojos y decirte que lo mejor siempre está adelante! Estás frente a la promesa, solo debes creer y avanzar sabiendo que Él está a tu lado!!!
Aún con pocas fuerzas y lágrimas en los ojos, sigue adelante (Apocalipsis 3:8). Él ha abierto una puerta delante de ti que nadie podrá cerrar!
Solo cree en su amor por ti.
5. La queja (14:2-3). Los hebreos se quejaron primero contra los líderes y luego contra Dios. La queja es contraria a la fe. En lugar de darle lugar a la crítica, hay que darle gracias a Dios por lo que está por hacer! Y aunque las crisis provoquen la tentación a echarle la culpa a alguien, esa mirada no te lleva a ningún lado. La mirada de Dios te llevará, por el contrario, aunque no lo entiendas a la salida y al milagro. Todo el libro de Job desarrolla el tema del sufrimiento de los justos y aunque hay muchas respuestas teológicas la respuesta es que a pesar de todo, debo confiar en Dios. El Señor te cambiará primeramente a ti y luego a tu situación. También tenemos a Habacuc (Habacuc 1 y 2), el profeta que comienza su libro con la queja y Dios le contesta: “Yo veo bien lo que está ocurriendo, el que debe mejorar su visión eres tú (parafraseado)” Dios está haciendo una obra maravillosa!
No te focalices solo en el problema, aunque te abrume, pues el Señor de los Señores está actuando en lo secreto y lo que te traerá paz es la fe. ¡El Señor no se tarda!
6. La apostasía, el renunciar a la fe. (v14:4). Egipto simboliza nuestra vida sin Dios, la esclavitud al pecado, los vicios, la depresión y la inseguridad. Ellos preferían volver a Egipto, volver al mundo porque consideraba erróneamente que en Dios tenían más problemas que antes. Muchos cristianos de este tiempo, creen que venir a la iglesia es sinónimo de resolver problemas únicamente y se olvidan del amor a Dios. Y por eso, en las pruebas, lo que deciden es dejar todo y volver atrás. Es hermoso caminar con Dios y estamos aquí porque fuimos llamados a cumplir sus propósitos gloriosos en esta tierra!
La parábola del sembrador hace referencia a quienes escuchan la palabra y dan frutos y también los que lo hacen de una manera sentimental que al enfrentarse a una crisis, abandonan la fe. Aunque la palabra es la misma, el fruto depende de tu corazón, de la tierra donde permitas que Dios plante su semilla.
Aunque estés en una crisis, y te estés replanteando si vale la pena estar en la iglesia, nunca estarás mejor que tomado de la mano de Jesús! Solo Josué y Caleb entraron a la promesa porque tenían el espíritu de la fe en sus corazones. No te sientas impotente porque la pelea es de Dios, permite que la tristeza y la queja se vayan! Dios quiere sorprenderte y cambiar tu lamento en baile! Deja de lado la mirada humana que todo lo razona y comienza a ver tu vida tal como Dios la está viendo. Busca su presencia y prepárate para recibir su palabra, con la cual vendrán también la paz y la seguridad de que todo se va a resolver! ¡¡Tu respuesta no tarde, sino que llega pronto!!
sábado, 30 de mayo de 2015
ABRAZA EL MOMENTO !!!!!!
Abraza el momento
Cuando tenemos una relación profunda y personal con el Señor Jesús, nuestros tiempos difíciles no son los mismos que para la gente que no la tiene.
Queremos que las cosas siempre vayan bien, pero esos tiempos de desafío y tristeza no se quedan sin su lado bueno, ya que nos ocurren cosas durante esos tiempos que son tan preciosas como diamantes, porque es entonces cuando tenemos la oportunidad de experimentar la presencia del Señor de una manera más profunda. Si abrazamos el momento, veremos al Señor en él.
El primer invierno después de que mi familia y yo nos habíamos trasladado a Tennessee desde el soleado sur de California, nos vimos envueltos en una tormenta de nieve, y más tarde me dijeron que esa fue la peor tormenta que habían visto en Tennessee desde hacía cien años. La temperatura estaba bastante por debajo de cero y todo estaba cubierto de hielo. Cada rama de los árboles, cada casa, cada palmo de tierra incluyendo nuestra carretera y todas las calles adyacentes. ¡Todo! Era como el paisaje centelleante de un cuento de hadas. Parecía Liberia.
El peso del hielo en los árboles hacía que grandes ramas se desprendieran y cayeran sobre los cables de la luz, cortando la electricidad en toda la ciudad. Nos quedamos sin luz, sin calefacción y sin teléfono. No podíamos ir a ningún lugar, así que hicimos un fuego en la chimenea, nos juntamos alrededor de él y esperamos a que la luz y el teléfono volvieran a funcionar. Eso no sucedió ese día, ni al siguiente, ni al siguiente, y con ese frío la chimenea no aportaba el calor suficiente para poder apartarnos unos metros de ella sin casi congelarnos.
La primera noche me hice una sopa caliente en un gran tazón que estaba justo encima del fuego y oré:”Señor, ayúdanos. ¡Necesitamos saber que estás aquí! “
Inmediatamente sentí que en vez de desesperarme por la mísera situación, abracé la experiencia y descubrí la bondad de Dios.
Cuando lo hice, el resultado me sorprendió, y le di gracias a Dios porque nos había mantenido juntos como familia.
Caminar paso a paso con Dios requiere abrazar el momento por el que todo merece la pena. Cuando estés tentado a tener miedo, a sentirte frustrado, a tener inseguridad o pánico por lo que está ocurriendo en tu vida, detente y ve que Dios está ahí.
Es increíble que cuando abrimos nuestros ojos al cuadro completo, encontramos diferentes perspectivas. La Biblia dice: “Abre tus ojos y te saciarás de pan” (Proverbios 20:13).
Cuando le abrazamos a Él, vemos las bendiciones que están justo delante de nosotros. Podemos estar contentos ahí donde estamos sin importar en qué estado nos encontremos (literal o figurativamente) porque Él está ahí. (ver Filipenses 4:11).
A pesar de la situación en la que estés en este momento, Dios tiene abundancia de bendiciones para ti. Justo ahí donde estás, Dios está obrando poderosamente en tu vida. Él quiere que cierres tus ojos, que clames a Él y le digas: ”Señor, muéstrame tu mano en mi vida”, porque Él quiere que sientas su presencia, que confíes en que siempre que tengas miedo puedes dirigirte a El y encontrar su paz. Cuando estés débil, encontrarás fuerza; cuando estés vacío su llenura; cuando estés triste su gozo, y cuando estés en medio de una fuerte tormenta, su cobijo y provisión. Pero con demasiada frecuencia quedamos cegados por nuestras circunstancias, temerosos de lo que está ocurriendo, desanimados fácilmente, caminando hacia la amargura o prestos a quejarnos, y nuestro primer instinto no es buscar a Dios en medio de nuestras circunstancias.
Cuando tenemos una relación profunda y personal con el Señor Jesús, nuestros tiempos difíciles no son los mismos que para la gente que no la tiene. Para los incrédulos, sus tiempos oscuros y problemáticos no tienen esperanza, e incluso para los creyentes que no comprenden todo lo que Dios tiene para ellos, sus experiencias difíciles, están llenas de temor y duda en vez de estar llenos de la presencia de Dios que los sostiene.
Cuando tú das el primer paso para abrazar a Dios en tus circunstancias, Ël vendrá corriendo para abrazarte. No importa lo que esté pasando en tu vida, abraza el momento. En vez de enojarte cuando las cosas van mal o cuando algo no sale de la manera que habías planeado, busca a Dios en la situación y verás que Él no te ha abandonado. Entenderás que tú no vas a sufrir toda la vida.
Si Dios conoce tus pensamientos (Salmo 94:11), tu corazón (l Samuel 16:7), cuando te levantas y cuando te sientas (Salmo 139:2), y cuántos cabellos tienes en tu cabeza (Mateo 10:30), entonces Él sabe donde te encuentras en cada momento. Él ve tus circunstancias, y tan solo porque tú no puedas ver más adelante no significa que Él no pueda, Él puede y de hecho lo hace. Él sabe dónde has estado, hacia dónde te has dirigido y dónde se supone que deberías ir, y Él sabe cómo llevarte allí.
Si tienes la luz para el momento en el que estás ahora mismo, es suficiente; tiene que ser suficiente, porque lo tienes a Él, y Él es todo lo que necesitas.
Oración de Luz.
Señor, tú eres todo para mí. Gracias porque puedo caminar a cada momento contigo y no tengo que descubrir la vida por mí mismo, y cuando llego a un tiempo oscuro, puedo poner mi mano en la tuya y depender de ti a la vez que caminamos juntos y atravesamos ese momento. Sé que “los rectos morarán en tu presencia” (Salmo 140:13), y es ahí donde quiero vivir., porque en tu presencia encontraré sanidad, liberación, amor, paz, gozo, esperanza. Señor, ayúdame a abrazar los momentos de mi vida que son difíciles de abrazar, capacita mis ojos para verte en ellos, y ayúdame a reconocer siempre la abundancia de tu bondad hacia mí.
Levanto hacia ti las luchas más profundas de mi vida, confiando en que tú abrirás mis ojos para ver todo lo que tienes para mí en ellas. Revélame complemente todo. Gracias que puedo ser lleno del gozo de tu presencia en cada paso que doy, porque tú me has dado la luz que necesito para cualquiera que sea el paso en el que estoy.
viernes, 29 de mayo de 2015
EL PRECIO DE LA SABIDURÍA !!!!!
El Precio de la Sabiduria
Sabiduría es la preparación de la mente y el espíritu de antemano.
Meditemos hoy en la siguiente declaración: “El precio de la sabiduría es mucho mejor que el precio de vivir sin adquirirla. Las decisiones tomadas en ignorancia provocan grandes desastres presentes y futuros”. Todo el que esta dispuesto a pagar el precio de la sabiduría puede tener la seguridad que tomara decisiones asertivas. Por un momento medita en las circunstancias que estas experimentado y algunos problemas que enfrentas. ¿Cuántos de estos se hubieran podido evitar si hubieras pagado el precio de la sabiduría. Decisiones tomadas en ignorancia pueden resultar en grandes desastres y grandes perdidas.
En el libro de Proverbios 2; leemos la exhortación de un padre a su hijo acerca del poder de la sabiduría. En el verso 12 declara: “Para librarte del mal camino de los hombres que hablan perversidad.” La sabiduría te librara en el camino. Cuan poderoso es saber por adelantado las decisiones que tenemos que tomar antes de que lleguemos a ese momento. Esto nos evitara que tomemos decisiones reaccionando a la experiencia.
Muchas personas buscan soluciones en vez de sabiduría. Soluciones son la manera de resolver un problema presente. Muchas veces las decisiones son temporeras y solamente funcionan por un tiempo limitado. En cambio sabiduría es la preparación de la mente y el espíritu de antemano.
En el libro de Efesios, Pablo describe las sabiduría como un espíritu. Una de la manera que activamos esta dimensión en nuestras vidas es através del estudio de la palabra de Dios. La palabra de Dios tiene la capacidad de tomar vida y hacerse real en aquellos que persisten en ella. Todo esfuerzo que hagas en buscar la sabiduría de Dios te economizara grandes problemas.
Le pido a Dios que hoy tengas un excelente dia y que la sabiduría de Dios se manifieste en ti.
jueves, 28 de mayo de 2015
CONFIANDO EN DIOS CUANDO SUFRIMOS !!!!!!
Confiando en Dios cuando sufrimos
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados
Hace varios años un submarino se hundió con toda su tripulación a la altura de la cosa atlántica de América del Norte. Cuando por fin la nave fue encontrada, se enviaron buzos para evaluar los daños y la posibilidad de rescatar los restos del naufragio.
Cuando los buceadores se acercaron al casco de la nave, fueron sorprendidos por un golpeteo en código Morse. Era evidente que alguien estaba vivo en el interior del submarino. El mensaje era una pregunta desesperada contra las paredes de la tumba acuática: "¿Hay esperanza? ¿Hay esperanza?"
Usted y yo nos hacemos la misma pregunta cuando debemos enfrentar un problema particular o cuando una tragedia nos toca de cerca. Después de todo, ¿quién está totalmente libre del inmenso dolor de perder a un ser querido, de la frustración del desempleo, de la angustia de un hogar destrozado o de otros cientos de dificultades?
Nos sentimos atrapados y sumergidos por el peso de las circunstancias y preguntamos: "¿Hay esperanza? ¿Hay realmente esperanza para solucionar este problema?"
A menudo en tales ocasiones recordamos las palabras de Romanos 8:28, "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." Debemos notar que Pablo no dijo:
"Comprendemos cómo todas las cosas ayudan a bien," sino que dijo: "sabemos que ayudan a bien." Esta promesa es un ancla segura cuando las tormentas de la vida golpean sin piedad contra nosotros.
El apóstol Pablo había reclamado esta promesa muchas veces, aun antes de haber escrito su famosa carta a los Romanos.
El sabía lo que era sufrir penurias, persecución, indiferencia, traición, soledad, enfermedades, pedradas, azotes, naufragios, desnudez, hambre y sed, falta de sueño, tremendas presiones.
¿Qué evitaba que Pablo se hundiera? Creo que su total confianza en el Dios que promete sostenernos pase lo que pasare. Al final de su vida pudo decir: "Sé en quién he creído, y estoy seguro de que puede guardar lo que le he encomendado hasta el día de su retorno" (2 Timoteo 1:12 BD). ¿Qué le había encomendado Pablo a Dios? Su propia vida.
En el Antiguo Testamento leemos: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado" (Isaías 26:3). Esta promesa también está destinada a nosotros hoy, como repetidamente se revela en el Nuevo Testamento.
¿Está usted enfrentando una dificultad, amigo? Una vez más deje su vida en manos del Señor. Luego crea de corazón las palabras de Filipenses 4:6-7, "No se afanen por nada; mas bien oren por todo. Presenten ante Dios sus necesidades y después no dejen de darle gracias por sus respuestas. Haciendo esto sabrán ustedes lo que es la paz de Dios, la cual es tan extraordinariamente maravillosa que la mente humana no podrá jamás entender. Su paz mantendrá sus pensamientos y su corazón en la quietud y el reposo de la fe en Jesucristo" (BD).
Cuando las tormentas de la vida parecen abrumadoras, Dios desea que experimentemos su perfecta paz.
Oh, Padre, te alabamos porque comprendes todas nuestras penas y nuestras lágrimas. Reconocemos nuestra insuficiencia para solucionar por nosotros mismos los problemas de la vida. Que Tu gracia abunde para suplir nuestras más profundas necesidades. Consuélanos mientras esperamos en Ti. Llena nuestros corazones con Tu paz, que sobrepasa todo entendimiento. Gracias por Tu rica provisión para con nosotros en este día. Amén."
Ore al Señor esta oración ya mismo, y empezará a experimentar en su vida la realidad de las promesas de Dios en los momentos de dificultad.
miércoles, 27 de mayo de 2015
DIGNOS DE UN MILAGRO!!!!!!
Dignos de un milagro
Por Cash LunaDemuestra tu fe, comparte lo que tienes y se fiel para pedir con autoridad.
Es importante que aprendamos a pedir y recibir. Para ello necesitamos la actitud correcta. A los jóvenes, mujeres y hombres solteros se les facilita más tomar la llenura del Espíritu Santo que a los hombres casados y con hijos. Durante todos los años que tengo de ministrar he notado que a las personas que tienen muchas responsabilidades les cuesta abrir su corazón a lo que hay reservado para ellos.
Pedir para recibir:
Mateo 6:8 nos dice: No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Esta Palabra nos recuerda que aunque el Señor conoce nuestras necesidades, debemos pedir para recibir. Generalmente se interpretaba mal este versículo, pero claramente dice “antes que vosotros pidáis”. Eso significa que parte del proceso de recibir es manifestar nuestros deseos aunque estemos convencidos de que Dios ya conoce lo que pediremos.
Mateo 7:7-8 recuerda: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
El Señor insiste, si queremos recibir hay que pedir. No hay ningún versículo que diga “no pidáis y se os dará”. Decir: “Dios sabe lo que necesito por eso ya no tengo que pedirlo” es un gran error. Si hasta hoy no has recibido es porque no has pedido. Nadie llega a una casa y se para frente a la puerta esperando que las personas que viven en ella sepan que está allí. Lo lógico es tocar el timbre para que te abran la puerta. Cuando pierdes algo te preocupas por buscarlo y encontrarlo, no te sientas a esperar que aquello que perdiste llegue a ti.
Si quieres un aumento de sueldo, lo pides. De la misma forma debes actuar con tu Padre celestial.
Saber pedir:
En Mateo 7:9-10 leemos: ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
Si pedimos pan y pescado, eso queremos recibir. Cuando tu hijo te pide una bicicleta no le das unos patines. Hay que saber pedir con claridad porque esa actitud agrada a Dios. No seas como aquellos indefinidos que cuando les preguntan qué desean comer responde “lo que sea” y “en cualquier lugar”. Pide con nombre y apellido, en forma concreta y clara.
Dar para pedir:
Mateo 7:11 relata: Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Dar es la clave para recibir. Ser generoso atrae generosidad. Los padres dan buenas cosas a sus hijos para poder exigir con autoridad. Si quieres algo bueno, debes dar algo bueno. No puedes pedir un mejor trabajo si con el que tienes no eres capaz de dar lo mejor que puedas.
Lo que das te autoriza a pedir, incluso en las cosas del Señor. Pablo decía que si sembramos lo espiritual, gran cosa es que cosechemos lo material. Esto significa que debemos dar para recibir. Recuerda que no existe ningún versículo que diga “no pidáis y se os dará”. Elimina esto de tu sistema de creencias. Demuestra tu fe y pide, tal como Jesús nos aconsejó que hiciéramos. Nuestra capacidad de dar amplía nuestra capacidad de recibir. Yo lo hice cuando construí el templo donde nos congregamos y ahora lo proclamo para terminar el que estamos construyendo.
La fe que maravilla a Jesús:
Lucas 7:1-10 (...) pero dí la palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo.
El centurión del que habla la Biblia era romano y sin embargo los ancianos judíos lo consideraban digno de recibir la gracia de Dios porque había demostrado su amor hacia el pueblo de Israel construyendo un templo. Se puede dar sin amar pero es imposible amar sin dar. Esta es una verdad espiritual que debemos comprender. El Señor bendice a quien ama a su pueblo.
Cuando el Señor iba camino a casa del centurión romano, él mismo envía a unos amigos a advertirle a Jesús que no se siente digno de recibirlo, pero está convencido de que puede obrar el milagro incluso desde fuera. De esta forma demostró que tenía fe para dar y también para recibir. Se creía digno de cosechar un milagro porque había sembrado, aunque no se sentía digno de recibirle y servirle de comer. Tú debes aprender a tener las dos dignidades, la de recibir y la de compartir con el Señor.
El centurión nos enseña que cosechar es una acción. No se sentó a esperar que el milagro se diera por sí solo. Actuó, aprovechó la influencia que tenía con los ancianos para que intercedieran por él ante Jesús. Imítalo y trabaja en tu cosecha. Nada te vendrá sin esfuerzo. Reconoce el tiempo de recibir y pon manos a la obra para recoger el producto de lo que sembraste.
La cosecha de la fidelidad:
El centurión romano tenía autoridad sobre sus sirvientes y soldados que le obedecían. Tú debes utilizar la autoridad que el Señor te ha delegado para hablar la Palabra y proclamar todo lo bueno en tu vida.
Este hombre sabía relacionarse ya que se rodeó de personas que podían ayudarlo: los ancianos judíos, los soldados y sus amigos. Entre su círculo también tenía un siervo fiel que vivía en su casa y que le conocía mejor que nadie, guardaba sus secretos y no hablaba de sus errores y debilidades con nadie. Cuando llegó el día de cosechar pidió por ese siervo que siempre demostró fidelidad.
Actualmente es difícil encontrar fidelidad y lealtad. La esposa habla mal del marido y viceversa. Si no hay lealtad ni siquiera entre padres e hijos, no podemos pretender encontrarla en ningún otro lugar.
Los hijos hablan mal de sus padres. Nada es excusa para criticarlos. Si no te dan permiso para salir y regresar de madrugada es porque te aman y quieren protegerte. Nadie acepta una invitación a comer en casa de unos amigos para luego criticarlos. Cuando recibimos personas que vienen de otras iglesias, les aclaramos que no deseamos escuchar críticas de donde vienen, porque no queremos que suceda lo mismo si deciden irse de esta iglesia. Jamás hablaré mal de mis ovejas ni de mi iglesia. Siempre oramos por la restauración de todos, nos critiquen o no. Sé fiel para encontrar fidelidad.
Cuando viajo al extranjero anhelo ser digno representante de mi patria. Recibo muchas críticas por nuestra situación de violencia e inseguridad pero intento hacer notar las cosas positivas y dejar una buena imagen. Enaltece siempre a tu país o mejor vete a vivir a otro lugar. Recuerda que te alimentas de la tierra donde vives. Dios no puede darte un mejor país si tú mismo lo difamas. Aléjate de las personas que critican y no tienen palabras que edifiquen. Ruega a Dios por la paz y seguridad de tu nación. Para poder pedir con autoridad, sé fiel y leal a tu Señor y a tu país.
martes, 26 de mayo de 2015
Abraza el momento !!!!!!
Abraza el momento
Cuando tenemos una relación profunda y personal con el Señor Jesús, nuestros tiempos difíciles no son los mismos que para la gente que no la tiene.
Queremos que las cosas siempre vayan bien, pero esos tiempos de desafío y tristeza no se quedan sin su lado bueno, ya que nos ocurren cosas durante esos tiempos que son tan preciosas como diamantes, porque es entonces cuando tenemos la oportunidad de experimentar la presencia del Señor de una manera más profunda. Si abrazamos el momento, veremos al Señor en él.
El primer invierno después de que mi familia y yo nos habíamos trasladado a Tennessee desde el soleado sur de California, nos vimos envueltos en una tormenta de nieve, y más tarde me dijeron que esa fue la peor tormenta que habían visto en Tennessee desde hacía cien años. La temperatura estaba bastante por debajo de cero y todo estaba cubierto de hielo. Cada rama de los árboles, cada casa, cada palmo de tierra incluyendo nuestra carretera y todas las calles adyacentes. ¡Todo! Era como el paisaje centelleante de un cuento de hadas. Parecía Liberia.
El peso del hielo en los árboles hacía que grandes ramas se desprendieran y cayeran sobre los cables de la luz, cortando la electricidad en toda la ciudad. Nos quedamos sin luz, sin calefacción y sin teléfono. No podíamos ir a ningún lugar, así que hicimos un fuego en la chimenea, nos juntamos alrededor de él y esperamos a que la luz y el teléfono volvieran a funcionar. Eso no sucedió ese día, ni al siguiente, ni al siguiente, y con ese frío la chimenea no aportaba el calor suficiente para poder apartarnos unos metros de ella sin casi congelarnos.
La primera noche me hice una sopa caliente en un gran tazón que estaba justo encima del fuego y oré:”Señor, ayúdanos. ¡Necesitamos saber que estás aquí! “
Inmediatamente sentí que en vez de desesperarme por la mísera situación, abracé la experiencia y descubrí la bondad de Dios.
Cuando lo hice, el resultado me sorprendió, y le di gracias a Dios porque nos había mantenido juntos como familia.
Caminar paso a paso con Dios requiere abrazar el momento por el que todo merece la pena. Cuando estés tentado a tener miedo, a sentirte frustrado, a tener inseguridad o pánico por lo que está ocurriendo en tu vida, detente y ve que Dios está ahí.
Es increíble que cuando abrimos nuestros ojos al cuadro completo, encontramos diferentes perspectivas. La Biblia dice: “Abre tus ojos y te saciarás de pan” (Proverbios 20:13).
Cuando le abrazamos a Él, vemos las bendiciones que están justo delante de nosotros. Podemos estar contentos ahí donde estamos sin importar en qué estado nos encontremos (literal o figurativamente) porque Él está ahí. (ver Filipenses 4:11).
A pesar de la situación en la que estés en este momento, Dios tiene abundancia de bendiciones para ti. Justo ahí donde estás, Dios está obrando poderosamente en tu vida. Él quiere que cierres tus ojos, que clames a Él y le digas: ”Señor, muéstrame tu mano en mi vida”, porque Él quiere que sientas su presencia, que confíes en que siempre que tengas miedo puedes dirigirte a El y encontrar su paz. Cuando estés débil, encontrarás fuerza; cuando estés vacío su llenura; cuando estés triste su gozo, y cuando estés en medio de una fuerte tormenta, su cobijo y provisión. Pero con demasiada frecuencia quedamos cegados por nuestras circunstancias, temerosos de lo que está ocurriendo, desanimados fácilmente, caminando hacia la amargura o prestos a quejarnos, y nuestro primer instinto no es buscar a Dios en medio de nuestras circunstancias.
Cuando tenemos una relación profunda y personal con el Señor Jesús, nuestros tiempos difíciles no son los mismos que para la gente que no la tiene. Para los incrédulos, sus tiempos oscuros y problemáticos no tienen esperanza, e incluso para los creyentes que no comprenden todo lo que Dios tiene para ellos, sus experiencias difíciles, están llenas de temor y duda en vez de estar llenos de la presencia de Dios que los sostiene.
Cuando tú das el primer paso para abrazar a Dios en tus circunstancias, Ël vendrá corriendo para abrazarte. No importa lo que esté pasando en tu vida, abraza el momento. En vez de enojarte cuando las cosas van mal o cuando algo no sale de la manera que habías planeado, busca a Dios en la situación y verás que Él no te ha abandonado. Entenderás que tú no vas a sufrir toda la vida.
Si Dios conoce tus pensamientos (Salmo 94:11), tu corazón (l Samuel 16:7), cuando te levantas y cuando te sientas (Salmo 139:2), y cuántos cabellos tienes en tu cabeza (Mateo 10:30), entonces Él sabe donde te encuentras en cada momento. Él ve tus circunstancias, y tan solo porque tú no puedas ver más adelante no significa que Él no pueda, Él puede y de hecho lo hace. Él sabe dónde has estado, hacia dónde te has dirigido y dónde se supone que deberías ir, y Él sabe cómo llevarte allí.
Si tienes la luz para el momento en el que estás ahora mismo, es suficiente; tiene que ser suficiente, porque lo tienes a Él, y Él es todo lo que necesitas.
Oración de Luz.
Señor, tú eres todo para mí. Gracias porque puedo caminar a cada momento contigo y no tengo que descubrir la vida por mí mismo, y cuando llego a un tiempo oscuro, puedo poner mi mano en la tuya y depender de ti a la vez que caminamos juntos y atravesamos ese momento. Sé que “los rectos morarán en tu presencia” (Salmo 140:13), y es ahí donde quiero vivir., porque en tu presencia encontraré sanidad, liberación, amor, paz, gozo, esperanza. Señor, ayúdame a abrazar los momentos de mi vida que son difíciles de abrazar, capacita mis ojos para verte en ellos, y ayúdame a reconocer siempre la abundancia de tu bondad hacia mí.
Levanto hacia ti las luchas más profundas de mi vida, confiando en que tú abrirás mis ojos para ver todo lo que tienes para mí en ellas. Revélame complemente todo. Gracias que puedo ser lleno del gozo de tu presencia en cada paso que doy, porque tú me has dado la luz que necesito para cualquiera que sea el paso en el que estoy.
domingo, 24 de mayo de 2015
COMO TRATAR CON LAS OFENSAS !!!!!
Como tratar con las ofensas
Las Ofensas de gente desconocida las puedes soportar, pero la de los íntimos, te atrapan, ya que el que te conoce íntimamente te puede herir íntimamente.
¿Puedes repetir conmigo? Este es el día que el Señor ha Creado, me gozare en El, este es el día en que las bendiciones de Dios me sorprenderán, hoy me preparo para recibir cosas buenas de Dios. Hecho está
He llamado a este tema: como tratar con las ofensas, tú hoy día vas a aprender una enormidad, lee conmigo
Lucas 17: 1
Luego dijo Jesús a sus discípulos: Los tropiezos son inevitables, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!
Ahora, tu podrías decir: ¡A mi me han ofendido de una manera cruel! Jamás pensé que eso me iba a ocurrir, pero, es imposible que eso no te ocurra, ¿quién lo dijo? El Señor, así que en el momento que te ofendieron no te ocurrió nada que el Señor no haya predicho.
La raíz de la palabra ofensa o tropiezo viene de: “escandalizo”, que da origen a la palabra escándalo, además escandalizo también era una parte de una trampa donde se ponía la carnada.
¿Sabes que permanecer resentido por una ofensa es una de las grandes trampas del diablo? Cuando tu aceptas estar ofendido, has caído en la trampa, y te voy a explicar por qué.
Una trampa, para ser efectiva necesita dos componentes
Número 1: La trampa tiene que estar escondida, porque si tu la ves, obviamente no te dirigirías a ella, déjame contarte una anécdota: estuve en Cuba hace un par de años, y conversé con un cubano que había perdido su pierna en Angola, en un lejano país del África, y la perdida de su pierna
se debió a que el ingresó a un campo minado sin saberlo, y al pisar una mina antipersonal, ésta, explotó destruyendo totalmente su pierna, ¿te das cuenta el enorme daño que puede causar una trampa?
Número 2: Una trampa necesita también una carnada. Siempre hay comida gratis en la punta de un anzuelo. Si una trampa tiene una buena carnada y además esta bien escondida, eso la constituye en una buena trampa. De eso es precisamente de lo que quiero hablarte, de cómo millones de personas han caído en la trampa de estar ofendidos. ¿Estas ofendido? ¿Estas molesto? ¿No has perdonado? ¿Estas maquinando tu venganza? Si estas en esas circunstancias, entonces has caído en la trampa.
Y debes saber que esa trampa te rompe, y mutila tu alma, y lo más sorprendente es que no te das cuenta que realmente fuiste entrampado, por lo tanto no puedes hacer un diagnostico correcto de tu situación, ya que no puedes resolver aquello cuya existencia no reconoces.
No Puedes Evitar que Vengan las Ofensas
Consideremos el caso de David:
Salmo 55: 12-14
“...12 Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él; 13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar; 14Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa de Dios.
Ahora bien ¿quién te ofendió? Acaso el que servía junto contigo al Señor, el que era parte de tu discipulado, el que ayudaste cuando estaba sin trabajo, eran tan amigos que se contaban los secretos, hasta le abriste tu casa. ¿Puedes entender entonces a David? El dijo: si hubiera sido un enemigo no me hubiese dolido. Por ejemplo: Piensa en alguien desconocido, tu vas en tu auto y alguien te grita “estúpido“seguramente no le darías ninguna importancia, porque no le conoces, pero David dice: fuiste tú compañero, con el cual andábamos en amistad en la casa de Dios.
Jesús lo dice con insistencia: “No podemos impedir que vengan las ofensas”
Las Ofensas de gente desconocida las puedes soportar, pero la de los íntimos, te atrapan, ya que el que te conoce íntimamente te puede herir íntimamente. Puede revelar secretos que tú le confiaste, debido a que tuvo acceso a tu intimidad, y eso te puede provocar un dolor letal.
Ese dolor letal bloquea tu creatividad, cancela la unción del Espíritu como el mayor poder operativo que reside en ti, por eso, estar ofendido es un lujo demasiado caro que no podrás pagar.
Dos Grupos de Gente Ofendida
El primer grupo: Los que han sido tratados injustamente ¿te han tratado injustamente? Si es así, ya estás en un grupo.
El segundo grupo: son los que creen que han sido tratados injustamente. ¿Por qué razones? Por estas: rumores, comentario, y malas interpretaciones, y debido a estas, llegaron a la equivocada conclusión de que los trataron injustamente.
¿Recuerdan la historia del rico y Lázaro?, espero que si. El rico tenía una vida espléndida, muchos banquetes, y todo tipo de comodidades, en cambio Lázaro estaba en la puerta del palacio, empobrecido y lleno de llagas, al punto que hasta los perros lamían sus heridas, sin embargo lázaro murió y fue al cielo, también murió el rico y fue al infierno, ¿Cuál sería el peligro de una interpretación superficial de esta historia? Validar la pobreza y tomar a Lázaro como modelo, (craso error). Lo que quiero rescatar para ti de esta historia es el hecho de que los perros lamian sus heridas, en el lenguaje de Cristo, perro es Goym, que significa una persona gentil, que no era judío ¿Has observado que siempre alrededor de una persona herida hay gente lamiendo sus heridas? ¡Por favor! Por lo que más quieras, cuídate de esta gente, ya que son asignados por las tinieblas a tu vida.
Estos últimos años con nuestro equipo de trabajo, hemos tenido que aprender a cerrar puertas, y eso la gente no lo entiende, porque no hemos dejado que los perros laman nuestras heridas, siempre habrá perros disponibles para hacer ese trabajo sin cobrar ni un solo centavo.
Proverbios 18:19
“...19El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar...”
Trata de convencer a una persona ofendida de que esta equivocada, y verás cuan difícil es lograrlo, este pasaje declara que, “El hermano ofendido es mas tenaz que una cuidad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar” ¿Tú sabes lo que es una alcázar? Yo estuve en España, país de contrastes, donde conviven lo súper moderno con lo antiguo, de modo que puedes viajar por una autopista a 120 Km por hora, y desde tu auto ver los alcázares que eran pequeñas ciudadelas, rodeadas de murallas que las protegían con enormes puertas de madera, provistas de fuertes cerrojos de hierro, y dentro de ellas se protegían la gente que vivía en comunidad, ya que, durante la noche las puertas se cerraban y nadie podía entrar ni salir. Del mismo modo millones de personas están encerradas en el alcázar de la ofensa.
Permíteme decirte algo con todo mi corazón, estar herido es un pecado que no parece pecado, pero lo es, ya que el mismo Dios que dijo no adulterarás, también dijo: no debes estar ofendido.
El ofendido esconde su herida bajo el manto del orgullo, y aún puede convencerte de que tiene razón de estar herido. El te dice: ¡Yo estoy herido con razón! ¡Todo lo que di y mira como me pagan!... ¿Parece razonable verdad? Pero aún así esta totalmente equivocado. Jamás debes aferrarte a la ofensa, hay un perdón que suena de esta manera: ¡He perdonado a todo esos idiotas! ¿Notas algún error en la frase?
Compra Oro Refinado
Vamos a leer un pasaje bien extraño en el libro de Apocalipsis
Apocalipsis 3: 18
“...18Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas...”
No existía en todo Asia menor gente tan orgullosa como la de la iglesia de la Odisea, ellos creían que lo tenían todo y que no les faltaba nada, sufrían de megalomanía, pensando que eran perfectos algo así como la cuarta persona de la trinidad. A esta gente el Señor les dice: “Ustedes están ciegos y desnudos en una condición espiritual deplorable, y el colirio que yo les ofrezco es para que sus ojos sean abiertos”
Anhelo profundamente que los ojos de mucha gente sean abiertos a través de este blog incluyendo los tuyos, y que puedas salir de la trampa de la herida, ya que, la primera victima de esa herida eres tú mismo.
Jesús describe la característica de la gente del último tiempo
Mateo 24:10 -13
En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
La palabra clave aquí es “amor ágape” que es el amor de Dios impartido a nosotros, Jesús mismo fue traicionado y herido en casa de sus amigos, según las palabras del profeta Zacarías, pero Él en un cuerpo igual que el tuyo ganó la batalla de estar herido.
Quiero contarles un testimonio personal: El año pasado también fui traicionado, y estando en un estado de tristeza y dolor, me encerré en mi oficina a celebrar mi fiesta de lastima, y estando en eso, sonó el teléfono, me llamaba un amigo que tiene una clara unción profética, y me dijo: Lucas, a ti te pasa algo, yo le conteste, tratando de acortar la conversación: estoy bien, el me detuvo y me dijo: no es así, luego insistió, el Señor me dice esto, te traicionaron , y me manda a decirte tres cosas:
1.- La única persona que puede herirte es aquella que pones en tu corazón, cuida a quien pones ahí.
2.- Después de una gran tormenta inevitablemente viene una gran victoria.
3.- Nunca digas que los tiempos pasados fueron mejores, cuando tú dices eso, nunca estás hablando con sabiduría.
Cuando tu te haces mucha expectativa de la gente o de alguien, estas preparando el camino para ser ofendido, estas pavimentado el camino para una ofensa, porque esa persona en algún punto no va a estar a la altura de tu expectativa, si tu no te haces ninguna ilusión con la gente, cualquier cosa que hagan va a hacer una bendición. “Entonces, cuida al que pones en tu corazón”
1 Corintios 6: 7 – 8
“...7Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?8Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos...”
Es parte del oficio, acepta el agravio, rompe el cheque, no te vengues, la venganza es del Señor, no es tuya, toda ofensa produce una deuda y toda deuda debe ser pagada, un abogado esta para probar que alguien te debe, y eso tiene que ser saldado, ya sea con dinero, o con cárcel, y eso es venganza. José procedió de una manera distinta.
Génesis 50: 19- 20
“...19Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? 20Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo...”
José pudo haber escrito un libro con el siguiente titulo: “Las cosas que nadie me dijo que me iban a pasar por causa de mi llamado”, fue calumniado, vendido como esclavo, estuvo en prisión por trece años y otras cosas más. Yo siento vergüenza de comparar mis sufrimientos con los de José y sin embargo el jamás aceptó estar herido. Un hombre así debe ser promovido al lugar más alto que Dios pueda asignar.
sábado, 23 de mayo de 2015
CONFIANDO EN DIOS CUANDO SUFRIMOS !!!!!
Confiando en Dios cuando sufrimos
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados
Hace varios años un submarino se hundió con toda su tripulación a la altura de la cosa atlántica de América del Norte. Cuando por fin la nave fue encontrada, se enviaron buzos para evaluar los daños y la posibilidad de rescatar los restos del naufragio.
Cuando los buceadores se acercaron al casco de la nave, fueron sorprendidos por un golpeteo en código Morse. Era evidente que alguien estaba vivo en el interior del submarino. El mensaje era una pregunta desesperada contra las paredes de la tumba acuática: "¿Hay esperanza? ¿Hay esperanza?"
Usted y yo nos hacemos la misma pregunta cuando debemos enfrentar un problema particular o cuando una tragedia nos toca de cerca. Después de todo, ¿quién está totalmente libre del inmenso dolor de perder a un ser querido, de la frustración del desempleo, de la angustia de un hogar destrozado o de otros cientos de dificultades?
Nos sentimos atrapados y sumergidos por el peso de las circunstancias y preguntamos: "¿Hay esperanza? ¿Hay realmente esperanza para solucionar este problema?"
A menudo en tales ocasiones recordamos las palabras de Romanos 8:28, "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." Debemos notar que Pablo no dijo:
"Comprendemos cómo todas las cosas ayudan a bien," sino que dijo: "sabemos que ayudan a bien." Esta promesa es un ancla segura cuando las tormentas de la vida golpean sin piedad contra nosotros.
El apóstol Pablo había reclamado esta promesa muchas veces, aun antes de haber escrito su famosa carta a los Romanos.
El sabía lo que era sufrir penurias, persecución, indiferencia, traición, soledad, enfermedades, pedradas, azotes, naufragios, desnudez, hambre y sed, falta de sueño, tremendas presiones.
¿Qué evitaba que Pablo se hundiera? Creo que su total confianza en el Dios que promete sostenernos pase lo que pasare. Al final de su vida pudo decir: "Sé en quién he creído, y estoy seguro de que puede guardar lo que le he encomendado hasta el día de su retorno" (2 Timoteo 1:12 BD). ¿Qué le había encomendado Pablo a Dios? Su propia vida.
En el Antiguo Testamento leemos: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado" (Isaías 26:3). Esta promesa también está destinada a nosotros hoy, como repetidamente se revela en el Nuevo Testamento.
¿Está usted enfrentando una dificultad, amigo? Una vez más deje su vida en manos del Señor. Luego crea de corazón las palabras de Filipenses 4:6-7, "No se afanen por nada; mas bien oren por todo. Presenten ante Dios sus necesidades y después no dejen de darle gracias por sus respuestas. Haciendo esto sabrán ustedes lo que es la paz de Dios, la cual es tan extraordinariamente maravillosa que la mente humana no podrá jamás entender. Su paz mantendrá sus pensamientos y su corazón en la quietud y el reposo de la fe en Jesucristo" (BD).
Cuando las tormentas de la vida parecen abrumadoras, Dios desea que experimentemos su perfecta paz.
Oh, Padre, te alabamos porque comprendes todas nuestras penas y nuestras lágrimas. Reconocemos nuestra insuficiencia para solucionar por nosotros mismos los problemas de la vida. Que Tu gracia abunde para suplir nuestras más profundas necesidades. Consuélanos mientras esperamos en Ti. Llena nuestros corazones con Tu paz, que sobrepasa todo entendimiento. Gracias por Tu rica provisión para con nosotros en este día. Amén."
Ore al Señor esta oración ya mismo, y empezará a experimentar en su vida la realidad de las promesas de Dios en los momentos de dificultad.