sábado, 4 de octubre de 2014

APRENDIENDO A CREER

La-historia-de-Nancy-aprendiendo-a-creerNancy era una cristiana de cuna, se le llama popularmente así a aquellos que nacen en hogares cristianos y que desde pequeños se les enseña la Palabra de Dios, personas que crecen en ambientes llenos de enseñanzas bíblicas, no obstante que eso signifique que realmente vivan lo que desde pequeños han aprendido.

Nancy estaba tan acostumbrada al lenguaje cristiano que para ella todo era normal, escuchar mensajes de la Biblia, cantar en la Iglesia, servir en algúnMinisterio, orar, etc, todo para Nancy era normal. Y es que a veces lo normal puede convertirse en monótono y dejar de tener la importancia que realmente debe tener.

Nancy ya era un mujer de veinticinco años cuando se le detecto una enfermedad terminal, cualquiera podría pensar cómo una mujer tan joven podría padecer de una enfermedad fatal. Hasta ese entonces Nancy nunca había puesto a prueba su fe, sino que viviendo su vida “religiosa” se había conformado a llevar a cabo todas las actividades que desde niña había aprendido. Ahora entonces, le tocaba por primera vez utilizar la fe que desde niña le habían enseñado.

El hecho de que Nancy jamás había experimentado el tener un problema serio había hecho en ella que su fe no fuera “tan buena”, es decir que no sabia cómo tenia que creer o como tener fe. Y es que nosotros nos quejamos muchas veces de los problemas que se nos acontecen sin darnos cuenta que cada uno de ellos nos enseñan a tener fe y a confiar en Dios. Nancy, no había enfrentado ningún problema serio toda su vida y a pesar que tenia bases cristianas desde su nacimiento, la realidad es que no tenia la fe que se necesitaba en esos momentos.

La desesperación de Nancy por la enfermedad detectada hizo por primera vez a Nancy comenzar a ver la relación con Dios no como algo monótono o mecánico, sino como algo más intimo.

Ahora a Nancy se le podía ver más entregada, comenzó a forjar una mejor relación con Dios, se le veía orar como nunca antes, con una postura quebrantada, rendida totalmente a Dios, se le podía ver adorándolo con lo mejor que tenía, ahora ella leía más la Biblia pues aquellas historias que escuchaba desde niña ahora cobraban un verdadero sentido al motivarla a tener fe. Aquellas historias que escuchaba y de las cuales memorizo ahora tenían un significado para ella, escuchar de fe ya no solo era teórico, ahora se había convertido en algo que tenía que llevar a la práctica.

A través de su enfermedad Nancy aprendió a creer, comenzó ver a Dios no como algo común, sistemático o monótono, ahora ella entendía de primera mano lo que significaba confiar o depender totalmente de Dios, pues su vida estaba amenazada por esa enfermedad terminal, sin embargo ella deposito su fe renovada en Dios a esperas de un milagro.

Su salud comenzó a empeorar cada día, sin embargo podía verse en su débil cuerpo como su fe cada día se fortalecía más y más. Sus familiares y amigos cercanos llegaron a pensar que la perderían, sin embargo en Nancy existía siempre una sonrisa de seguridad la cual consolaba a sus íntimos al decirles: “Yo sé en quien he creído”. Lejos de recibir apoyo o ánimo, ella animaba a sus allegados para que confiaran que Dios haría un milagro.

Un día cuando su enfermedad estaba en la fase terminal, estando en su habitación a esperas de la peor noticia, Nancy hablo con Dios, su fe llego al punto exacto, Nancy le dijo a Dios que no importará lo que viniera porque a través de todo lo que había experimentado lo había conocido realmente y se había enamorado de Él por primera vez a través de este difícil episodio. Nancy aprendió a creer, aprendió a buscar a Dios, aprendió a tener una verdadera relación personal con Él.

Al siguiente día al amanecer, Nancy estaba totalmente transformada, la fuerza física de apoco estaba mejorando, su sonrisa ya no era de la de una persona en sus ultimas horas de vida, sino que sonreía como una persona que estaba totalmente sana y de hecho así era, Nancy había recibido aquel milagro que tanto esperaba, poco a poco comenzó a mejorarse hasta llegar a su mejor estado y a estar estable cien por ciento. ¡Nancy había recibido un milagro de parte de Dios!, pero lo mejor de todo NANCY HABÍA APRENDIDO A CREER Y VIVIR PARA DIOS.

Lo que le paso a Nancy quizá no les pasará a todos, también debemos de ser sinceros y reconocer que no todos recibirán el milagro de restaurar su salud totalmente después de un enfermedad terminal, pero lo que hay que rescatar de todo esto no es en si el hecho que recibió un milagro, sino el hecho de que APRENDIÓ A CREER en medio de las circunstancias más difíciles que a su vida vinieron.

Muchos se quejan por estar pasando situaciones muy difíciles e imposibles de solucionar humanamente, pero quizá no se han dado cuenta que en medio de todo lo difícil que ven lo importante está en CONOCER A DIOS DE CERCA y en MEJORAR SU RELACIONCON DIOS.

Es cierto, no vamos a buscar a Dios solo porque necesitamos un milagro, pues debemos buscarlo siempre, pero hay situaciones como las de Nancy que nos tienen que llevar a buscar más de Dios, porque solamente de esa forma podremos conseguir los milagros que necesitamos.

Si Nancy no hubiera pasado por tal situación quizá hoy en día seria una “cristiana” sin una relación personal con Dios o sin conocer al Dios a quien dice buscar y servir. Hay personas que se acostumbran a la “religión”, pero nunca han forjado una relación personal con Dios, ni mucho menos han estado o están enamorados de Dios.

¿Qué situación difícil estás pasando?, ¿Cuál es el problema de que tanto te quejas?, ¿Por qué no ves esa situación difícil como una plataforma para aprender a creer en lo que Dios quiere y puede hacer en tu vida?

La escasez te llevará a conocer a un Dios Proveedor, la enfermedad te llevará a conocer a un Dios Sanador, la debilidad te llevará a conocer a un Dios Fortalecedor, la injusticia te llevará a conocer a un Dios Justo, lo imposible te llevará a conocer a un Dios Todopoderoso y así tantas situaciones difíciles que lo único que provocaran en ti es conocer una faceta hermosa de Dios.

No te quejes, no reproches nada, al contrario comienza por buscar más de Dios, enamórate de Él, conócelo de cerca y entonces más allá de una respuesta favorable para tu caso, tendrás la dicha de conocer a Dios de una forma personal y mantener una relación verdadera con Él, y todo lo demás será una simple añadidura.


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