jueves, 10 de marzo de 2016

ES ADICTO A LA APROBACIÓN ?

 

¿Es adicto a la aprobación?

Por Joyce Meyer

La única forma de salir del cautiverio es comenzar a buscar de la aprobación de Dios en vez de la del hombre.

Una epidemia de inseguridad le roba la felicidad a mucha gente en la sociedad actual y causa grandes problemas en las relaciones. Sé bien cual es el efecto de la inseguridad en la vida de la gente, porque lo he experimentado. Sé lo que le ocasiona a la persona. Quienes han sido heridos profundamente como resultado de haber sufrido abusos o rechazo de forma severa, como me sucedió buscan tener la aprobación de los demás para tratar de compensar el sentido de rechazo y baja autoestima. 
Esas personas sufren por esos sentimientos, y tienden a buscar la aprobación de las demás para evitar el dolor. Se sienten abatidas si alguien parece no aprobarlas de alguna manera o por alguna razón, y se ponen ansiosas por la desaprobación hasta tanto sientan que son aceptadas de nuevo. 
Derivan su sentido de valor basándose en la aceptación de los demás en vez de la esencia de quienes son. Es por eso que algunas personas se convierten en adictas a la aprobación, por necesitar siempre de la aceptación de los demás para sentirse feliz y seguros. 
Estas son personas controladas por su adicción. La aprobación se torna en algo que piensan no podrían vivir sin ella. Si la tienen, son felices y se sienten bien de sí mismas; pero si no la tienen, se deprimen y ponen graves. 
Quienes son adictos a buscar la aprobación de los demás tienen preocupaciones anómalas y, continuamente, se preocupan por lo que los demás piensen de ellos. 
Como cualquier otro adicto, las personas inseguras necesitan de alguien que les reafirme o asegure que todo marcha bien y son aceptados. La aprobación externa que buscan les dicta el comportamiento. Buscan conseguir una aprobación o un elogio y se sienten bien por un momento, pero hallan después que necesitan unos cuantos más. 
No hay una cantidad de aprobaciones específica que los mantenga con seguridad total. No obstante, nadie tiene que sufrir de inseguridad. Existe una cura para la adicción a la aprobación, y surge de la revelación que recibimos de la verdad del amor incondicional de Dios. La Biblia nos dice: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:32). Sólo una cosa nos hará libres, y esa es la verdad. Sin embargo, es lo que más trabajo nos da para lidiar. No nos importa enfrentar la verdad de las demás personas, pero cuando se trata de enfrentar la nuestra, eso ya es otro asunto. 
La libertad verdadera nunca llega hasta tanto nos damos cuenta por completo que no tenemos la necesidad de luchar para conseguir del hombre lo que Dios nos da gratuitamente: amor, aceptación, aprobación, seguridad, valor y apreciación. 
Fue muy difícil para mí tener que enfrentar mi inseguridad y decir: "Soy insegura, no me gusta mi persona, y necesito la ayuda de Dios para sanar en esta área de mi vida". Pero tuve que pasar por el dolor de enfrentar la verdad y el cambio, y eso me trajo libertad. Si me hubiese negado a enfrentar la verdad, aún estuviese en cautiverio, tratando de agradarle a los demás. 
La única forma de salir del cautiverio es comenzar a buscar de la aprobación de Dios en vez de la del hombre. Dios quiere que nuestra seguridad provenga de Él, no de las cosas o los demás. 
Él es nuestro refugio, nuestra torre fuerte, nuestra fortaleza, quien nos sostiene en momentos de tribulación y es nuestro escondite (ver Sal. 9:9; 31:4; 32:7; 37:39; 46:11). Nuestro valor, apreciación, aceptación y aprobación provienen de Dios. Siempre y cuando tengamos esas cosas, tenemos las cosas más valiosas del mundo. 
Le insto a que evite distraerse y dirija su mirada hacia Jesús, "el autor y consumador de la fe [suya]" (Heb. 12:2). Se elevará hacia nuevos niveles de libertad, y se tornará en la persona segura y madura para lo cual fue creada: para caminar con la seguridad de saber quién es en Cristo. 
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Joyce Meyer es una maestra de la Palabra y la autora de varios éxitos de ventas entre otros: Controlando sus emociones, El desarrollo de un líder, la serie ¡Ayúdenme!, La batalla es del Señor, Conozca a Dios íntimamente y Cómo oír a Dios.

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