ESE PASADO, PASADO ES
Génesis 19: 26 “Pero la mujer de Lot, que venía siguiéndole, miró hacia atrás y allí mismo quedó convertida en una estatua de sal.”
Seguramente lo planificaste todo, hiciste cambios y tomaste decisiones aparentemente firmes. Todo marchaba bien y hubieron momentos en que pensaste que todo era perfecto. Entre altas y bajas… pero todo seguía su curso y de momento un día “te cambiaron el programa”. Es en ese momento en que Dios desea que pongamos su mirada en El y no en las cosas terrenales, o quizá el momento en que El quiere que prestemos atención a sus consejos y no a los consejos de los hombres o a nuestra propia prudencia. Ese día que para nada parece un susurro del cielo sino más bien una piedra caída de lo más alto para hacernos despertar y reaccionar. Un despertar muy duro, lo sé. Puede ser muy difícil entenderlo porque va en contra de nuestros deseos y nuestras ilusiones. Y aún cuando eso ocurre, como cuando se pierde la vida de un ser querido, no se asimila lo que está sucediendo. Por días pensamos que puede ser una prueba momentánea, o que nada está pasando. Es esa etapa de la negación. No queremos el cambio y punto.
En nuestra inflexibilidad, orgullo, en nuestra pelea interna y hasta con un corazón roto preguntamos, cuestionamos a Dios queriéndole hacer cambiar de opinión cuando somos nosotros los que tenemos que someternos a Su voluntad. Comenzamos un monólogo y hasta justificamos las razones para ir en contra de ese girón inesperado… a fin de cuentas lo que hemos planificado no era malo, nuestras intenciones eran buenas así que nuestra mente abre la boca y dice “¿Qué mal he hecho para merecer este castigo? La respuesta: Probablemente nada y no, no es un castigo.
Debemos entender que una vez entregamos nuestra vida a Cristo y somos adoptados como hijos de Dios, redimidos por la sangre de Jesús, el Señor decide en su amor y misericordia dar comienzo a unos planes perfectos y hermosos para con nosotros. Sí, son hermosos. No dejan de serlo aún cuando su principio pareciera una pesadilla. Es necesario y de más está recordar que El no nos prometió una vida color de rosa. Puedo imaginar El diciendo “Ahora que escuché que has decidido poner tus planes en mis manos, voy a hacer lo que desde antes de que fueras concebido tenía preparado para ti. Para dar comienzo a ello tengo que quitar ciertas personas de tu vida, cambiarte de lugar… hasta hacer que te despidan de ese empleo. “ ¿Qué fuerte verdad? ¿Cómo puede el Señor estar bendiciéndome cuando quita de mi vida las cosas que amo, que necesito o que han estado conmigo durante años? Tengo que decirte que jamás tendremos las respuestas a todo y que sólo en el camino podremos entender parte de lo sucedido pero no veremos el cuadro completo que sólo Dios ve. Mas sin embargo hay una esperanza: Romanos 8:28 “Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito.” El nos está diciendo que TODA situación obrará para bien a los que le amamos, no dice alguna, o ninguna, o aveces, es TODA en TODO tiempo.
Quiero que sepas que el plan de Dios para contigo es de bien, mucho más grande de lo que puedas imaginar pero si te mantienes mirando ese pasado y te aferras a él sólo lograrás estancarte; como la esposa de Lot te convertirás en una estatua. En algo que no prospera, que no da fruto, que no vive, que incluso dejará de sentir nuevas emociones, aventuras, pisar nuevos campos, nueva vida, obtener nuevas relaciones y crear nuevos proyectos de Su mano. No será sencillo pero Dios ha prometido estar contigo hasta el final y El ha prometido cuidar tus pasos y darte una tierra nueva en Su palabra. Date la oportunidad de reconocer que la voluntad de Dios para con tu vida es perfecta, que El no comete errores y que sí “esto” ha sucedido El ha tenido razones sabias para hacerlo. Reconoce que El suplirá, restituirá, restaurará. Abre hoy tus brazos a un nuevo comienzo lleno de esperanzas y permítele sanar esa herida. Aunque duela, cierra la puerta de ese pasado, no mires atrás y aproxímate a lo que está delante porque Dios hará todas las cosas nuevas y yo sé que no querrás perderte de todas esas cosas hermosas que sólo Dios sabe dar. Ese pasado, pasado ES.
Declaro que hoy tu vida rebosará de nuevos bríos en las manos de Dios.
Bendiciones,
Yashira
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