Haciendo las Pequeñas Cosas
Muchos queremos hacer cosas grandes, que todos puedan ver nuestras obras y que podamos llegar a muchas personas. Sin embargo, muchas veces dejamos de hacer las pequeñas cosas que debemos hacer. Dios nos habla en lo cotidiano.
No puedes simplemente decir: "¡Quiero hacer grandes cosas!", y esperar inmediatamente recibir grandes tareas o proyectos. Debes mostrar que eres obediente, y que aún en las cosas pequeñas, pones todo tu empeño. Cada vez que obedeces una instrucción, Dios añade una bendición. Debes comportarte abajo, como te comportarías arriba.
Recuerda, Dios nunca te va a pedir algo para lo cual no tengas la capacidad suficiente para realizarlo. Por eso, si crees que estás haciendo una tarea pequeña, no te desanimes, obedece rápidamente y crece. Poco a poco, irán llegando las grandes cosas a tu vida.
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